
21 Sep Onicocriptosis o uña encarnada
La uña encarnada o incarnada, o “onicocriptosis” técnicamente hablando, consiste en que la uña se clava en la carne del propio dedo. Lo más común es que ocurra en el primer dedo, pero también se puede originar en los demás.
Esta lesión suele ser muy dolorosa para el paciente, por ejemplo para el simple hecho de calzarse o incluso con el roce de las sábanas en la cama. Cursa normalmente con inflamación de la zona, aumento de la temperatura, sensación de palpitaciones, e incluso llega a infectarse si no se trata a tiempo, pudiendo conllevar a una lesión de mayor gravedad.
Causas de la onicocriptosis
Existen diversas causas por las que se puede originar una uña encarnada:
– La propia morfología de la uña, que suele estar condicionada por la forma que tiene la falange distal que está debajo de esa uña. Si la falange ha sufrido alguna variación por algún tipo de traumatismo o presión excesiva del calzado, la uña coge la forma de esa variación.
– Golpes o traumatismos en deportes, como por ejemplo, fútbol, senderismo, montañismo, baloncesto…
– Calzado estrecho en la zona de la puntera que aprieta la parte lateral de la uña ayudando a que se clave.
Tratamientos para una uña encarnada
La uña encarnada se puede tratar de diferentes maneras, pero lo más común es:
En el caso de que haya infección, primero debemos tratarla con antibiótico tópico o una pomada, y en casos más graves incluso con antibiótico vía oral durante unos días.
Una vez tengamos controlada la infección, el profesional de la salud deberá decidir si es suficiente con la extirpación del trozo que está clavado en la carne o espícula, o es necesario hacer una cirugía definitiva para que no vuelva a ocurrir.
En cualquier caso, ambas intervenciones son muy sencillas , prácticamente indoloras y el paciente sale andando de la clínica en la misma sesión.
En Morala Salud intentaremos aconsejarte con la mejor solución adaptada a tu problema.
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